La vida era más sencilla cuando no teníamos whatsapp. Cuando no contestabas un sms porque no te venía bien en ese momento (¡¡¡¡o no querías!!!!) y nadie se lo tomaba mal, cuando no había ningún sistema controlador que dijera con minutos y casi segundos si estás conectad@, o no, has entrado a leer un mensaje o te conectaste la última vez a las 6:27 h. (que cualquiera lo mira y dice "mira a qué hora se ha acostado, qué estaría haciendo....") o lo que es peor, los malditos celos que desencadenan ese vivir online, tener que contestar en el momento (o que le siente mal), y que a veces ni siquiera funciona bien lo de la última conexión...
No hay comentarios:
Publicar un comentario